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Recibir un diagnóstico de cáncer puede ser una experiencia aterradora, y cuando nos enfrentamos a algo tan abrumador y fuera de nuestro control, es natural sentir miedo e incertidumbre.
Junto con los síntomas físicos del cáncer, muchas personas también sufren problemas de salud mental como ansiedad y depresión.
Sin embargo, es importante recordar que hay formas de afrontar estos problemas durante el tratamiento. Veamos más de cerca la ansiedad y la depresión en pacientes con cáncer.
Los síntomas de la ansiedad y la depresión
La ansiedad y la depresión en pacientes con cáncer pueden manifestarse de diferentes maneras, algunas de las cuales pueden ser difíciles de identificar o reconocer.
Entre los síntomas más comunes se incluyen la dificultad para dormir o concentrarse; sentimientos de desesperanza o impotencia; sensación de agobio; irritabilidad o cambios de humor; síntomas físicos como fatiga; cambios en el apetito; pérdida de interés en actividades que solía disfrutar; aislamiento de amigos y familiares; retraimiento social; miedo a la recurrencia o a la muerte.
Estrategias de afrontamiento de la ansiedad y la depresión
Cuando se trata de hacer frente a la ansiedad y la depresión durante el tratamiento del cáncer, es importante recordar que no está solo: hay varias organizaciones que ofrecen apoyo a quienes se enfrentan a problemas de salud mental relacionados con su diagnóstico.
También puede ser útil ponerse en contacto con amigos íntimos, familiares o profesionales sanitarios que puedan proporcionarle apoyo emocional durante estos momentos difíciles.
Además, hay algunas medidas prácticas que puede tomar por su cuenta, como fijarse objetivos realistas cada día (por ejemplo, dar un paseo) o llevar un diario en el que pueda expresar sus pensamientos y sentimientos sin preocuparse de que los demás le juzguen.
Participar en actividades que te aporten alegría -como pintar o hacer manualidades- también puede ayudarte a levantar el ánimo cuando te sientas decaído.
Por último, si la idea de levantarte de la cama te parece demasiado desalentadora, intenta empezar poco a poco concentrándote en una tarea cada vez: incluso algo tan básico como lavarte los dientes puede ser un logro digno de celebración.
Es natural sentirse ansioso o deprimido tras el diagnóstico de cáncer, ¡pero no tiene por qué ser así! Si busca el apoyo de amigos, familiares, profesionales de la salud u organizaciones dedicadas específicamente a ayudar a las personas que luchan con problemas de salud mental relacionados con su diagnóstico, y toma medidas proactivas como fijarse objetivos realistas cada día, estará en el buen camino para encontrar la paz mental durante este difícil momento de su vida.
Por muy oscuras que parezcan las cosas hoy, sepa que vendrán días mejores